martes, 25 de octubre de 2011

No a la guerra, hay que globalizar la paz

Guerra y terrorismo son dos conceptos diferentes, aunque guardan una estrecha relación porque ambos son actos genocidas, inhumanos e inmorales y sus principales causas son el fanatismo político y religioso y un interés económico. Ambos no conducen a nada bueno, sólo traen dolor, sufrimiento, miseria, destrucción y muerte.

   Es necesario agotar todas las vías diplomáticas y de diálogo para evitar la guerra puesto que, de llegar a producirse, nos encontraríamos ante un nuevo fracaso de la civilización, y se pondría en evidencia la incapacidad de diversos gobiernos por no haber llegado a un acuerdo que hubiese frenado las veleidades belicistas de Bush. Nunca hay razones para una guerra, y Bush no convence ni a los propios ciudadanos americanos al intentar justificar un ataque a Iraq. En España, el presidente del Gobierno está sometido a Bush y no tiene en cuenta la opinión de la mayoría de los españoles, que son contrarios a la guerra. Ya sabemos que Sadam Husein es muy malo y que es un dictador, pero el señor Aznar debería reconocer que a un pueblo no se le libera de un tirano liquidando a la población civil.

La foto de las Azores simboliza el inicio de la Guerra de Iraq

   Aparte, el presidente de los Estados Unidos lo que quiere es poder, aunque para conseguirlo tenga que saltarse a la torera las decisiones del Tribunal Internacional de La Haya y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Y es que Bush tiene muy poco de demócrata y es partidario de la guerra por motivos exclusivamente económicos. Por una parte, el ataque es muy rentable para la industria armamentística americana y, por otra, el mismo se produciría por el deseo estadounidense de apropiarse de la reserva petrolífera de Iraq y de hacerse con el control de un territorio abundante en materias primas generadoras de riqueza. Es lo que se conoce con esa palabra que tan de moda está actualmente y que tan nefastas consecuencias está teniendo para el planeta: globalización.

   Una globalización en aras del imperialismo yanqui. Recuerdo que un amigo me comentó una idea que yo también comparto: que los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las torres gemelas de Nueva York, en el World Trade Center (el centro económico mundial), podrían ser el principio de la lucha contra el capitalismo; matizando, a continuación, que él no estaba a favor de ningún tipo de terrorismo, ya que todos son sinónimo de fascismo. En fin, que hay que globalizar la paz, y no la guerra y el terrorismo.

Publicado en Heraldo de Soria el jueves 13 de febrero de 2003

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